septiembre 23, 2007

Especiales X 100pre



Hoy quiero compartir con ustedes una de las mayores alegrías que me ha pasado en la vida. Gracias a mi padre y a mi madre, un mes de febrero nació un ser sumamente especial, desde que ella llegó a mi vida ha sido la luz de mis ojos y lo será durante todo el tiempo que me reste de vida. Ella es uno de mis grandes y principales amores y su nombre es Candy.

Dirán…para que leer sobre Candy? Sin embargo, les aseguro que valdrá la pena, porque niños como ella nos dan muchas veces lecciones de vida.

Candy es un ser maravilloso, desde que llegó al mundo revolucionó mi familia, todo el centro de atención era ella y aunque nunca nadie lo supo al principio sentía celos, pues mis padres dedicaban la gran mayoría del tiempo a Candy, viajaban con ella a Santo Domingo donde los mejores médicos, pero yo con apenas 3 años nunca imagine lo que realmente estaba sucediendo, hasta que un día mis padres estaban conversando y viendo unos estudios realizados a ella, es en ese momento donde comienzo a entender la realidad de los hechos.

Candy durante su nacimiento presentó inconvenientes donde la falta de oxigeno le ocasionó una parálisis cerebral, “según informes médicos”.

Desde ese momento comprendí que ese ser indefenso era un ángel que merecía toda la atención, comprensión y amor de todos nosotros. Ella es cariñosa, alegre y muy pero muy traviesa….

Su condición no fue un motivo para alejarla del mundo exterior. ¡Al contrario!, nosotros la involucramos en la sociedad (paseos, reuniones, fiestas). A pesar de que no podía estar en un colegio porque no existían colegios para niños con deficiencias físicas, ella junto a mi madre iba a la escuela diariamente, allí se ganó el cariño de todos.

Su alegría, su energía es digna de admirar, aunque no todo es alegría, ella en algunas ocasiones tiene momentos difíciles, cuando está enferma o presenta algún inconveniente de salud, al no saber expresarlo se muestra sumamente incomoda y de verdad hay que tener mucha paciencia en esos momentos, es cuando más amor y cariño le debemos brindar.

Es increíble como ella capta y entiende todo lo que se mueve a su alrededor, sabe cuando están hablando de ella, sobre todo cuando hace travesuras…

Quisiera compartir con ustedes algunas anécdotas de Candy que de una u otra forma nos enseñan:

Todos los domingos se levanta bien temprano con la finalidad de ir a la iglesia. Es sorprendente cuando ella entona canciones de adoración, cuando ora, ella sabe que Dios existe y esta con ella. A nosotros nos cuesta en muchas ocasiones sacar un minuto para Dios.

Es sumamente organizada, cuando desea jugar o hace sus tareas de colegio, busca su juegos o útiles escolares, una vez termina los coloca donde los tenia guardados. ¿Por qué a nosotros se nos hace tan difícil muchas veces organizarnos?

A Candy le encanta ir al colegio, a pesar de que no sabe leer, escribir, ni hablar, que sus palabras apenas nosotros sus seres más cercanos la entendemos, aunque quienes la conocen saben que desde que comenzó a balbucear palabras lo que dijo fue papi y aunque no lo crean una de sus palabras favoritas es la famosa marca mundial de refrescos ¡Coca Cola!, ¿increíble verdad? Pero cierto…y no solo eso…sabe que cuando alguien visita la casa hay que brindarle su bebida favorita o viceversa. En el colegio aprendió a compartir con más niños y el día de su primera graduación quedé totalmente sorprendida con la gran cantidad de niños que había en el colegio y lo más importante es que todos son niños especiales. Fue un día tan especial como ellos, haber estado allí, verles cantar a los padres, verles sonreír, sentir que son personas sumamente valerosas y que para nosotros los adultos son un digno ejemplo de superación.

Pena me da, que no todos los ven desde ese punto de vista y tratan a estos ángeles despectivamente, se burlan de sus deficiencias y algunos padres los aíslan, se avergüenzan de ellos, no sabiendo que estos niños son una verdadera bendición y que en los hogares donde ellos están reina un ambiente de alegría y amor que ellos mismos transmiten.

Imagino que ya entienden por que hable de Candy… Ella es dulce como su nombre, es energía, amor e inspiración.

Lastima que ella no comprenderá que yo escribí sobre ella, sin embargo me siento orgullosa de tenerla, de escucharla decir mi nombre cuando la llamo, de escucharla decirme te quiero mucho, en su forma pero la entiendo, de ver como me recibe cada vez que llego de visita a la casa, de recibir sus abrazos y de ver que cada día que pasa seguirá siendo más especial.

Los niños con deficiencias físicas son ángeles que merecen respeto, valor, acogida y mucho amor, los cuales, desde que nacen hasta que mueren serán Especiales por siempre.

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